Suplemento dietético sin gluten Apoyo gastrointestinal Beneficia a las personas con indigestión ocasional. La betaína HCl y la pepsina promueven una acidez estomacal óptima, la digestión de proteínas y la actividad enzimática. La indigestión puede ser causada por muchas cosas, incluidas cantidades inadecuadas de ácido clorhídrico (HCl) en el estómago. La secreción de HCl en el estómago tiene varios efectos positivos. Ayuda a la digestión de proteínas activando el pepsinógeno a pepsina, esteriliza el estómago contra patógenos ingeridos, inhibe el crecimiento excesivo indeseable en el intestino delgado y estimula el flujo de bilis y enzimas pancreáticas. El ácido clorhídrico también facilita la absorción de varios nutrientes, incluidos el folato, la vitamina B12, el ácido ascórbico, el betacaroteno, el hierro y algunas formas de calcio, magnesio y zinc. Numerosos estudios han demostrado que la secreción de ácido clorhídrico en el estómago comienza a disminuir con la edad. El uso excesivo de antiácidos o bloqueadores de ácido también puede provocar niveles bajos de ácido clorhídrico en el estómago, lo que puede provocar una mala digestión de las proteínas. Betaína HCl y Pepsina de Thorne provienen de una fuente porcina. La indigestión afecta a millones de personas cada día. Para algunos, esto se debe al consumo de alimentos grasos. Para otros, los carbohidratos simples (como el pan y la pasta) pueden provocar gases e hinchazón. Y a otras personas, las comidas picantes pueden causarles dolor. Aunque lo que comemos influye en gran medida en la frecuencia y gravedad de la indigestión, este malestar también podría estar relacionado con un problema subyacente: el bajo contenido de ácido clorhídrico (HCl) en el estómago. Situaciones como enfermedades, extirpación de la vesícula biliar, uso excesivo de antiácidos y envejecimiento normal pueden contribuir a una secreción insuficiente de ácido estomacal, lo que puede afectar negativamente la actividad de las enzimas digestivas y provocar indigestión ocasional, gases, hinchazón y otras formas de malestar gastrointestinal. La mala digestión también puede provocar problemas digestivos y una mala absorción de nutrientes, lo que resulta en deficiencias de vitaminas (particularmente vitaminas liposolubles como las vitaminas A, D, E y K). Las alergias alimentarias pueden desarrollarse cuando las proteínas mal digeridas se absorben a través del intestino permeable. Como las proteínas grandes se absorben intactas, el cuerpo puede reconocerlas como extrañas y crear anticuerpos contra ellas, lo que resulta en una respuesta alérgica al alimento. Para garantizar una digestión óptima, una persona debe asegurarse de tener un contenido adecuado de HCl en el estómago.